La primera pregunta que os recomendamos haceros a la hora de elegir un césped artificial es ¿qué uso va a tener?
En función de esto hay que tener muy claros los dos siguientes conceptos:
La firmeza de un césped se logra principalmente gracias al efecto memoria que consiste en la recuperación inmediata de la verticalidad de la fibra cuando ésta es pisada y/o aplastada de algún modo. Gracias a este efecto cuando se deja de ejercer dicha presión la fibra tiende sola a levantarse, lo que le confiere una mayor durabilidad a pesar de su uso.
La suavidad, por el contrario, le confiere un aspecto muy natural y una sensación muy agradable al tacto, pero al no poseer dicho efecto memoria que es lo que le confiere ese confort al césped, la fibra tiende progresivamente a aplastarse o chafarse con el repetido uso. Este aplastamiento de la fibra hace que el césped parezca más artificial y pierda esa naturalidad característica de los modelos suaves.
Por todo esto recomendamos un césped firme con efecto memoria para zona de juego, zonas de paso y zonas de césped junto a piscinas debido al gran tránsito que tienen. Incluso para zonas de paso sería conveniente utilizar pasillos con losas de piedra, césped de menor altura o incluso algún modelo de césped deportivo para evitar el aplastamiento prematuro de la fibra. Para zonas que no tengan tránsito y de decoración recomendamos un césped suave por el efecto tan natural que confiere a la zona.
Todos nuestros modelos, a pesar de la firmeza que les confiere el efecto memoria poseen un gran confort. Una vez entendidos los conceptos de firmeza y suavidad podemos ofrecerles modelos de césped artificila que se adecuen perfectamente a la actividad a la que se van a destinar.
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